martes, 8 de febrero de 2011

A veces

A veces somos tan ingenuos que creemos que la amistad dura, que nunca se acaba.
Que si una amistad es fuerte y especial perdurará para siempre, y que pase lo que pase no dejareis que se vaya. Incorrecto, la vida pone muchos caminos, algunos coincidimos con esos buenos amigos, y otras veces nos hace separarnos, la verdad es que jode. Aunque sabéis que os digo? que una amistad fuerte nunca muere, nunca vuela... esa amistad perdurará siempre en una gran parte de ti, ya que te han formado, que han crecido contigo de tal manera que te han ayudado a lo largo de tu vida. Quizás ahora eches de menos esos momentos de libertad, de cariño que viviste tantos años con alguien que sin un aviso previo desapareció, desapareció y se perdió. Pero bueno aquí no existe el perdón porque lo veo demasiado pequeño para algo tan grande como es una hermosa amistad, de estas que sientes como si fuese tu hermana, que la confianza era tan extrema y tan incalculable que ni se podía medir, que los gestos y las miradas hacían sobrante las palabras, y donde un abrazo era la mejor forma de darte fuerzas. Como nos retratábamos en un futuro fiel a esta realidad, dando seguro que siempre estaríamos juntas. El destino no es dueño de nosotros, pero nosotros si somos dueños del destino, y cada paso que damos hace cambiar uno ya caminado. Pero sobretodo describiros una gran amistad, sin duda la mejor que tuve desde que tengo memoria, y que el paso de los tiempos nos hizo cambiar de maneras muy distintas y con diversas maneras de pensar. Quizas eso ayudó a la distancia. Pero sobretodo remarcaros lo que jamás olvidaréis de ello, un principio pero no un final. No os voy a contar mi historia, solo nombraros esa forma de confianza que muchos carecen y que nisiquiera conocen.

Donde tenias un saludo secreto, o mil formas de hablar que solo entendíais, donde la familia era su familia, y el teléfono era nuestro hualkitalki y donde el porcentaje de igualdad se quedaba en 99,99% igual a ti. Al pensar en lo tantísimo que se deja ir la verdad es que es bastante rallante, porque no eres tu solo el que lo decide.

Pero aun hay más, quizás fuese algo tan absurdo que ni siquiera hoy tengas un motivo para decir el porqué con algo coherente. Ni siquiera tienes palabras para decir algún fallo, o algún daño, simplemente pasó, y se dejó pasar. Por eso os digo... que si tenéis a esa hermana con vosotros, a esa alma gemela compacta a vuestras ideas, esa confianza efímera, y ese cariño mutuo disfrutarlo... Disfrutarlo porque nunca se sabe cuando puede romperse un lazo que algún día fue indestructible y que poco a poco se consiguió desabilitar por algunas dudas que nunca entenderé.

Y yo desde este pequeño espacio decirle que la quiero mucho, y que le deseo lo mejor. Hermana

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