miércoles, 21 de diciembre de 2011

Nuevo año bañado del pasado

Tengo que dar un leve repaso por el castillo de mis recuerdos, algo así como pensar en lo aparente de cada persona. Puede que no sea mi mejor época, mi mejor tiempo, que ni siquiera yo misma me conozca del todo. Puede que me ahogue mientras nadie me ve, o que sonría cuando todos están delante.
Quizás mi meta no sea la que yo me intenté marcar, cada persona tiene una finalidad y no siempre tiene porqué parecerse. Un destino común es algo como las arenas movedizas que cada persona aprende a moverse de tal manera que la tierra no se la trague.
Puede que mi rostro se vea fuerte, pero cansa esa armadura llena de coraje que se vá desgastando con los gritos de los que ni te aprecian conocer. Puede que sea estúpida, imbécil, pero de cada error aprendo. Puede que juzgue o malinterprete pero asi soy yo.
Quizás en este instante mis mariposas escondidas bajo un cristal vuelvan a recobrar vida, y que esa extraña sensación de que estuviesen disecadas se esfumó. Puede que conozca a alguien y que me esté enamorando. O que simplemente esté admirando lo que viene sin dejar de agarrar lo que ya vino. Puede que sea testaruda, que me enfade con facilidad que le grite al mundo mis opiniones pero estoy marcando la sinceridad que acojo.
Puede que mienta, que no perdone. Pero también ami me hicieron daño irreparable, y ahora si lo dejo pasar.
Puede que deje cosas sin resolver, pero es que le doy privilegio a lo importante. Puede que pase de todo, y a la vez de nada, porque para lo que para mi es todo, puede que para otros no sea nada. Puede que llore, pero no se me olvida lo feliz que soy, las personas que el mundo me ha regalado y me ha traído poco a poco.
Puede que me queje, pero estoy totalmente satisfecha con lo que tengo hoy por hoy, y no necesito más.
Puede que perdiera soldados en plena batalla, pero los gladiadores que aún me acompañan se abastecen de un escudo con mayor fortaleza.
Puede que no sepa a donde voy... pero sí de donde vengo y quien y como soy yo misma.
No tengo claro mi futuro, ni lo que quiero. Pero lo que estoy totalmente segura es de lo que admiro y lo que guardo. No soy diferente, pero si especial.
No sé como actuar, pero sí me sé el dialogo. No tengo voz pero soy una marioneta.
Y entonces pese a todo este periodo de adolescencia cambiante que se mueve cual ola del mar que a veces muy alta parece ver todo, y otras derrapa en un circulo por debajo de lo más hondo del mar.
No se lo que seré mañana, pero de algo estoy segura que es lo que quiero llegar a ser.